en Talamanca de Jarama, el día ha despertado gélido, un manto blanco decora los coches que nos recuerda que estamos en pleno invierno, y el termómetro marca bajo cero, pero no hay miedo quien dijo miedo...
La idea inicial era hacer una ruta hasta Sepulveda, pero finalmente acabamos en el Rastro de Madrid.
La distancia de Talamanca al centro de Madrid son 50 kilómetros aproximadamente, la ruta elegida fue ir por la majestuosa Castellana,cada día que pasas por ella, si te fijas descubres en algo diferente,es una maravilla y recorrerla en moto es una pasada, muy recomendable. Dejamos las motos en el Mercado de San Miguel, y de ahí caminando al Rastro.

La Plaza mayor ya esta adornada y ya están los puestos montados de venta de artículos navideños,
Atravesamos la plaza para dirigirnos por uno de sus arcos hacia el Rastro.
El Origen de la palabra Rastro viene del viejo matadero y a la marca de sangre de las reses, su origen documentado es de 1740, aunque con anterioridad se sospecha que ya existía la venta de objetos de segunda mano, de ropas y pieles.
Dar un paseo por el Rastro es una gozada,y te translada al Madrid mas castizo,donde se combinan perfectamente la antiguedad y modernidad.
Recorrimos algunas de sus calles,compramos algunas cosillas y hasta alguno lucio palmito .


... pero un dia en el rastro no seria lo mismo sin el tapeo.En esta zona se puede degustar la gastronomía típica madrileña.
Comenzamos con unas cañas y unos tigres, acompañados de unos pimientos de padrón gentileza de la casa, en un bar de los de toda la vida sin grandes lujos pero todo casero y rico.
Después fuimos al Bar Santurce a comer unas sardinas asadas,lugar obligado del rastro, del cual Miguel se fue encantado.
!!!Que ricas las sardinas!!!!

Allí degustamos unos zarajos con salsa de caracoles, unos caracoles en salsa , un bacalao rebozado y unos torreznos, todo buenisimo. La salsa de los caracoles es una delicia.


El señor Amadeo que todavía regenta el local es un máquina, un tabernero de los de antes,sorprende ver con que arte y salero lleva el negocio, este fue fundado en 1944 y él continua con una energia que sorprende por su edad. Un lugar muy recomendable.

Y tras estos manjares de regreso a nuestros hogares.
RAFAGAS DE RASTRO
Como disfrutasteis del paseo, de la comida..y de este cuerpo que se lo han de comer los gusanos.
ResponderEliminarLo pasamos de putamadre, hay que repetir.Bss paa tooos